En un interesante pronunciamiento, los magistrados consideran que se les mantiene a los trabajadores “milimétricamente” las categorías y horarios que tenían antes de que el centro productivo se convirtiera en un centro logístico y ordenan abonarles los salarios de tramitación desde la fecha del despido hasta el día de hoy. Además, la Sala considera que el cierre de las plantas de Mallorca, Alicante, Palma y Fuenlabrada como fábrica se produjo de “buena fe” por parte de la empresa, puesto que debe tenerse en cuenta “la realidad objetiva” de la compañía en el momento actual y, en relación a la planta de Valencia, obliga a Coca-Cola a readmitir a los trabajadores trasladados de la planta.
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